In memoriam: Dr. Genaro González Fierro (1953 – 2025)

La Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología (SCHOT) informa a sus socios, y especialmente a los cirujanos de mano, del sensible fallecimiento del Dr. Genaro González Fierro, destacado subespecialista que participó de la formación de múltiples profesionales.
Nacido el 5 de marzo de 1953, en la ciudad de Lota, cuando era pequeño se trasladó junto a su familia a San Antonio. Según recordó el Dr. Roberto Giaretti, socio SCHOT y quien fuera uno de sus amigos, “cuando salió del colegio, su intención era dedicarse a la marina mercante y fue en ese intertanto cuando supo de unas becas de medicina del gobierno cubano. Decidió postular, ganó la beca y estudió medicina en Cuba, donde le gustó la traumatología, haciendo ahí mismo su residencia”.
El Dr. González se formó como Médico Cirujano en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Cuba, recibiendo su título en 1978.
“Comenzó a dedicarse a la microcirugía y estuvo a cargo de un equipo importante en un hospital de La Habana, generando incluso publicaciones sobre sus primeros reimplantes por allá por los 80, antes de venirse a Chile y que eran cosas que acá ni siquiera se planteaban hacer. Luego volvió a Chile esa misma década y revalidó sus títulos”, comentó el Dr. Giaretti.
El Dr. González además se perfeccionó con estudios de cirugía en el Instituto Francés de la Cirugía de la Mano con los doctores Raoul Tubiana y Alain Gilbert.
Ingresó a la SCHOT el 29 de octubre de 1999, durante la última sesión científica de ese año, con el trabajo “Mano mutilada: Amputaciones Unidigitales”, mientras se desempeñaba como cirujano de mano en el Instituto de Seguridad del Trabajo.
Fue presidente del Comité de Mano de la SCHOT en 2001 y 2002, para luego, entre 2006 y 2010, ejercer como Seremi de Salud de la Región de O’Higgins, destacando por su compromiso con la salud pública y el servicio a la comunidad.
Posteriormente, trabajó por más de dos décadas en el Hospital Dr. Franco Ravera Zunino de Rancagua, donde fue jefe del Servicio de Traumatología y formador de generaciones de médicos como docente del hospital, trabajando con becados y estudiantes de medicina. Además, participó activamente en el Consejo Regional del Colegio Médico, como integrante del Capítulo Médico del Hospital Regional.
Todos quienes compartieron con él, a nivel personal y profesional, destacan su extensa y comprometida trayectoria en la salud pública.
Vocación docente y cercanía
Sobre la figura del Dr. González, la directora del HFRZ, Paula Stegmaier, señaló que “lideró por muchos años el equipo de Traumatología, dejando una huella imborrable no solo por su excelencia clínica, sino también por su permanente disposición a innovar, colaborar y formar equipos comprometidos con el bienestar de nuestros pacientes. Su mirada moderna, propositiva y generosa inspiró a numerosas generaciones de profesionales, contagiándonos con su pasión por la salud pública y su firme convicción de que siempre se puede hacer más y mejor”.
“Hasta los últimos días de su vida, enfrentando con valentía el dolor y la enfermedad, el doctor Genaro González mantuvo intacta su energía y su compromiso por sacar adelante a los pacientes traumatológicos de la región. Nos deja una impronta de trabajo incansable, de amor por el servicio público, y de una visión de red que marcó un antes y un después en nuestro quehacer”.
Como amigo, el Dr. Roberto Giaretti además destacó las cualidades humanas del Dr. Genaro González.
“Lo conocí a principios de los 2000 cuando yo era residente de traumatología y durante mi rotación de mano, estuve con él más de tres meses con un conjunto de colegas, principalmente del Hospital del Salvador. Él nos recibió amablemente en el Instituto de Seguridad del Trabajo, en un momento en el cual no había tanta facilidad para rotar por los lugares donde había muchos subespecialistas”, resaltó.
Según recordó el Dr. Giaretti, “él se desempeñaba como cirujano de mano y abrió puertas, tanto para la cirugía de mano como para las rotaciones en otras áreas. Después de ser jefe del equipo de mano se convirtió en Director Técnico del IST y siguió la relación con la docencia. Era una persona muy innovadora, con espíritu pionero. Un muy buen docente. Sabía mucho”.
“Era una persona muy cercana, muy amigo, pero bien exigente. No tenía ningún problema para compartir con nosotros que éramos sus alumnos, era uno más, pero tampoco tenía ningún problema si tenía que sacar el sable y cortarte las dos piernas porque algo estaba mal. Era muy gracioso, le gustaba mucho la música, la literatura y el baile, era un salsero fantástico. Ahí se le notaba la sangre cubana”, comentó el Dr. Giaretti agregando que “siempre estaba dispuesto a ayudar y participar activamente, le dio cabida a mucha gente joven, era una persona muy cercana y muy humana. Yo lo considero un amigo cercano”, finalizó.
